Si es un acreedor, carecerá exhalar requerimientos, reclamaciones o demandas, negociar sin ceder más de lo recomendable, valorar el potencial del deudor para responsabilizarse compromisos y, en su caso, solicitar un procedimiento concursal para el deudor en que se realicen las actuaciones pertinentes y se formulen las opciones e impugnaciones que procedan.
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En otras palabras, se trata de una opción drástica que solo se debe considerar si no existen alternativas posibles y si se está dispuesto a renunciar a todos los caudal materiales y económicos.
Sin embargo, hay otros motivos por los que puede ser interesante consultar con un abogado en deudas como vemos en el punto siguiente.
Estudio de viabilidad: Se realizará un estudio detallado de la viabilidad de acogerse a esta índole, analizando la situación financiera del deudor y evaluando la posibilidad de obtener la exoneración de deudas.
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Más de 26.000 particulares y autónomos han confiado su caso al despacho con el objetivo de dejar antes todos sus problemas económicos. Esta cantidad Abogados Segunda Oportunidad va creciendo como consecuencia de que muchos de los que han comenzado el proceso recomiendan a otros hacer lo propio cuanto antiguamente.
En algunos casos, los acreedores pueden verse afectados al no poder recuperar la totalidad de sus deudas. Sin embargo, es importante destacar que el objetivo principal es apañarse soluciones que permitan a los deudores recuperarse financieramente y tener una nueva oportunidad.
Una momento presentada la solicitud, el magistrado debe valorarla y, en caso de aprobarla, procederá a nombrar a un administrador concursal para que supervise el cumplimiento de las condiciones establecidas y la elaboración de un plan de pagos en caso de ser necesario.
Esta alternativa permite abolir una parte de la deuda a cambio de un plan de pagos que permita satisfacer el resto de las obligaciones pendientes de forma fraccionada y a prolongado plazo.
Su experiencia les permite identificar posibles obstáculos y tomar las medidas adecuadas para superarlos.
A continuación, se describen los principales cambios, las diferencias entre ambas leyes y las oportunidades y retos que presentan para los deudores que quieran acogerse a ellas.
Si tras la cómputo del patrimonio no se logra el cuota completo de las deudas, se puede proceder a la exoneración del pasivo insatisfecho.
Esto es especialmente relevante en situaciones en las que el deudor ha perdido su vivienda habitual debido a la ejecución hipotecaria, puesto que esta medida permite la cancelación de la deuda hipotecaria irresoluto, lo que posibilita la Dorso a la propiedad.